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Marisol García: “no sé si alguna vez uno se siente valorada en esto”

Indudablemente es una de las periodistas más destacadas en el rubro. Seria, generosa y con su característica rigurosidad, recuerda sus inicios, entrega un relevante análisis del estado del periodismo musical y rememora la vez que David Bowie la llamó por teléfono. 

Bárbara Alcántara

Ring, ring (sonido de teléfono)

Efectivamente esto sucedió en 1997, cuando Marisol García trabajaba en Radio Concierto y el artista inglés llamó para concretar una entrevista telefónica que se había concertado previamente. Quien contestó el teléfono no podía creer que efectivamente aquella voz con acento inglés era el creador de Ziggy Sturdust, cuya segunda visita a nuestro país incluiría una conferencia de prensa en el Hotel Hyatt. “Una mitad de los periodistas presentes escuchábamos atentos y otra copuchaba atrás junto a las tazas de café. Recuerdo mi sensación de no querer jamás llegar a ser una periodista así: una funcionaria que va a dónde te mandan por cumplir con el editor, deja la grabadora en la mesa, y no aprovecha el lujo de tener en una misma sala a un tipo que te está contando su influencia en la cultura del siglo XX”, recuerda y amablemente accede a profundizar acerca de esta experiencia.

“Es fácil imaginar esas situaciones entre un cierto encandilamiento, por lo famoso del personaje (y lo célebre que ahora se ha vuelto), pero los nervios no están cuando se trata de un músico que de verdad te gusta y al que sigues”, cuenta la coeditora y creadora de la enciclopedia digital Música Popular. Luego complementa, “suena difícil de creer, pero te plantas desde la curiosidad sincera, y él también responde con dedicación, pues se le está preguntando sobre su trabajo y su música, no sobre generalidades. Es la única vez que he pedido que un entrevistado me firme un disco. Y, sí, ésa ahora es mi joya en casa”. 

Joya, la investigadora que cuando era adolescente solía ver el programa conducido por Hernán Rojas en el Canal 11, atesora de tal manera aquel disco autografíado por El Duque Blanco, sin saber que posiblemente generaciones de estudiantes o amantes de la música, de igual modo atesoran cada libro que ella ha escrito. La chilena nacida en Estados Unidos en 1973, ha plasmado en papel la obra de “Claudio Arrau” (2018), “Lucho Gatica” (2019), realizó una exhaustiva investigación acerca de la canción cebolla, “Llora Corazón” (2017) y también lo hizo con su estudio sobre tres décadas de canto social y político en Chile, “Canción Valiente” (2013). 

Consultada acerca de la contribución cultural de sus investigaciones, responde, “no puedo saber el aporte de mis libros, aunque confío en que lo tienen, pues los he trabajado muy en serio, con al menos tres años de trabajo cada uno. Llegar al formato libro se me hizo más o menos natural luego de ir comprobando en carne propia las muchas limitaciones que hay para el tipo de periodismo que uno quiere hacer”, comenta acerca la escasez de periodismo de cultura que existe en la actualidad en los medios de comunicación. 

En 1995 Marisol García empezó a escribir sobre música en el suplemento “Cultura” del diario La Época, luego hizo lo mismo para El Mercurio y cuenta que trabajó para todos los periódicos de tiraje masivo en Santiago. Poco a poco notó que existía un nuevo canon de especialización del periodismo de cultura y espectáculos, “hasta entonces había funcionado siempre bajo la lógica de que un periodista puede escribir de teatro, cine, música y danza siempre que tenga los datos a la mano y poco más, y que por eso tenía legitimado un estilo complaciente y a mi juicio superficial, como el de Ítalo Pasalacqua o Ana Josefa Silva”, responde en su mail y remata: “indirectamente, la radio Rock&Pop ayudó a que se entendiera una nueva manera de hablar sobre música en medios”. Desde ese minuto no ha interrumpido su labor y gracias a su “convicción desde la adolescencia”, es que ha construido un camino marcado por la investigación y escritura, también ha asesorado a nivel musical a directores de cine chilenos, dictado talleres y actualmente es pieza fundamental del equipo que organiza el Festival INEDIT – Chile. 

¿Cuáles fueron los primeros logros que te hicieron sentir valorada?

Ja. No sé si uno alguna vez se siente valorada en esto. Trabajas siempre con la conciencia de que es un desvío un tanto marginal e incomprendido del periodismo de cultura, que ya es enormemente precario en Chile. Mi principal impulso viene de la persistencia y haber probado que esa persistencia era posible. 

¿Y cómo ves el escenario actual de este tipo de periodismo?

El escenario en medios de comunicación es un no escenario, ejercer como periodista de música en este momento no es posible, yo no tengo un medio en el que trabajar y lo que se hace son esfuerzos puntuales. Destaco lo que han podido defender La Tercera; Claudio Vergara, Andrés del Real y Marcelo Contreras son persistentes y hacen un buen trabajo en la cobertura de un balance entre lo chileno y lo extranjero, pero no veo en web un periodismo demasiado riguroso. En el mejor de los casos es de transición hacia otra cosa y en el peor, es un escenario que está dando sus últimos aletazos antes de morir y antes que la escritura sobre música, que no tengo dudas que va a continuar, se haga en otros formatos y no en los medios de comunicación. 

¿Y cómo ves el futuro en nuestro rubro o que te gustaría? 

El periodismo cultural no va a poder estar a la altura de lo que se merece si quienes lo ejercemos no podemos vivir de eso y lo convertimos en un hobby. Quienes trabajamos en este tipo de periodismo, queremos dedicarnos a él y sinceramente creo que no es mucho pedir. Además, los que estamos dispuestos a proponer un tratamiento riguroso necesitamos espacios, paga e interacción con nuestros editores como los que históricamente han tenido los periodistas que han podido trabajar a sus anchas en la investigación política, deportiva, judicial, etc. ¿No es mucho pedir no?

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