Sebastián Herrera
Bases techno y house, cruzadas por capas que exploran el ritmo, merondean el entorno y generan texturas, como un cielo cubierto de cirrocúmulos, que cubre una atmósfera intervenida por posibilidades sonoras; Unsettled States, de Lars & iO, editado por el sello nacional Panal Records, es un trabajo que juega con los tejidos y estéticos, generando nuevas rutas, huellas y aproximaciones a la imagen del sonido.
Una constante se pliega sobre el ambiente, el rito y frecuencia que resuenan el cuerpo, que se entrega ácida, continúa y al mismo tiempo fragmentada; en una apología al hedonismo y a las nuevas concepciones ceremoniales, que vienen a dar contexto, espesor y discurso a la noche.
El músico y productor danés, Lars Graugaard, y su homólogo nacional, Claudio Pérez, se funden en un paisaje unísono que contiene, como una mónada, la posibilidad proyectiva de establecer un territorio más extenso, complejo y volumétrico, donde el sonido ondea, se desliza y transita los beats que mantienen el pulso expansivo de esta liturgia electrónica.
Piezas que puede ir desde ritmos constante con mucho bajo, a paisajes ambientales más oscuros, o armonías experimentales, que oscilan entre la electrónica de club y el arte sonoro, establecen una medianía, una zona de intensidades que suspende el uso común, posibilita trances y reflexiones más hondas entorno al sonido y sus tramas.
Pasajes que transmitan por el house, techno y dub, en territorios desprejuiciados, donde la intervención permite contrastes, nuevos colores y procedimientos que construyen un laboratorio dentro de la pista de baile.
Un diálogo fluido entre lenguajes que, en su diferencia, se cruzan y convergen, en una traducción común que da como resultado una unidad que, en su interior, encuentra una multiplicidad de elementos, entradas, salidas, posibilidades sonoras, improvisaciones, programaciones, ceremonias psicodélicas y altas síntesis y dosis de dopamina.
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