Vivien Goldman: “desde los tiempos más remotos, el patriarcado sólo ha querido hacernos callar ”

Para cerrar el primer número de Grieta Mag, nos reunimos via Zoom con la periodista británica llamada “la catedrática del punk”, Vivien Goldman, autora de “La venganza de las punks”, y como resultado, logramos una conversación íntima sobre periodismo musical, punk y feminismo. 

Por Laura Estévez

Todo parte con un correo, un primer intercambio que solo hace aún más evidente lo increíble que es. Humilde, responde emocionada nuestra invitación. Después de unos correos para organizar nuestros calendarios, logramos  encontrarnos a través de Zoom. Ella desde Jamaica, junto a su amigo Alex y yo desde Chile, acompañada de mis cerámicas mientras aprovechaba de terminar de esmaltar algunas cosas y cargar el horno. Podría haber sido completamente irrelevante, pero Vivien Goldman (68) quiere saber qué son esas cabezas de muñecos que están rodeándome. Se maravilla, me pregunta más acerca de la cerámica e invita a Alex a ver mi trabajo. Vivien es curiosa, como esa amiga que llega y revisa tus libros, lápices, ropa, se prepara el café sola y, con una sonrisa hermosa, se echa en tu cama para hablar de todo. No puedo evitar mirarla y admirarla, es como una extraña bruja punk que comparte sus hechizos con el mundo, porque ésa es su filosofía: comunicar para compartir, dialogar, intercambiar. La vida, para ella, no tiene sentido de otro modo. 

Goldman lleva varias décadas en el oficio. Ha visto mundos completamente distintos, uno análogico que es ahora digital. Dos continentes han sido su hogar. Ha escrito sobre música y también la ha creado. Atlantic e Island Records han tenido el honor de verla caminar por sus pasillos a cargo de las relaciones públicas. Ha publicado en NME, Melody Maker, The Guardian y Pitchfork, entre otros medios. Ha hecho documentales y ha enseñado a cientos de estudiantes en el Clive Davis Institute of Recorded Music, además de otras escuelas. Grabó un single con PiL y fue amiga de Bob Marley, y como si fuera poco, su pluma está estampada en seis libros, de los cuales dos tienen a la música del ícono del reggae como premisa y el último, “La venganza de las punks, una historia feminista de la música, de Poly Styrene a Pussy Riot” (2019), hace un recorrido histórico acerca de las mujeres punketas que derribaron estereotipos machistas. 

¿Qué es lo que ha cambiado radicalmente en estos años y qué es lo que se mantiene? ¿Cuáles son las herramientas para sobrevivir en esta precarización que el mundo digital ha vuelto cotidiana?

Mira, cuando partí como periodista musical era la época dorada de este. Y esto se resume en algo muy simple: te pagaban. No eran millones pero te alcanzaba para arreglártelas. Además tenías la oportunidad de asistir a charlas, viajar, ir a conciertos y conocer personas maravillosas. Si no hubiera sido así, no habría podido hacerlo. Recuerdo que hace un tiempo me invitaron de una universidad en New Jersey a dictar un curso y les pregunté si estaban seguros de querer hacerlo y  ellos respondieron que realmente querían aprenderlo. Lo discutí con mi mentor de la New York University (NYU), Jason King y me dijo “sí, el mundo hoy en día está inundado de artículos y escrituras sobre música porque no hay barreras de ingreso, si quieres hacerlo lo haces y ya. Pero más allá de juzgar este mar de información, la realidad es que las personas aman la música y siempre buscarán una guía musical, esta especie de curaduría en la que confían”.

¿Dónde está la clave para diferenciarse? ¿se puede realmente enseñar el periodismo musical? ¿qué aspectos son los indispensables en este oficio? 

En cierto sentido, tienes que ser una persona con gran entendimiento sobre la música, que la viva y sienta con pasión, sin duda. Y de igual manera, tienes que saber escribir, eso es innato, lo tienes o no. Cuando empecé a escribir, éramos todos punks, aprendíamos las cosas haciéndolas e ibas mejorando en el camino y si bien, no dudo que puedes aprender y pulir muchísimos aspectos en tu camino hacia el periodismo musical, en algún lugar profundo tienes que tener una chispa, una energía que te impulsa, no importa cuáles sean las condiciones.

Primero, debes pensar en la extensión de lo que quieres escribir, por que eso afecta directamente el orden de tu material. Por otro lado, en un artículo, reseña o lo que sea, necesitas una mezcla bien condimentada. Si estás escribiendo sobre un artista establecido, con una carrera sólida, probablemente sea mejor buscar algo que resuma su trabajo hasta ahora, qué es lo que su último lanzamiento significa en contexto con su historia, con su pasado como artista. Pero si es una artista nueva, entonces preferirás presentarla, saber de dónde viene, qué es lo que ofrece y cuál puede ser su legado. Habiendo dicho esto, creo que acá es donde viene la parte más difícil: cómo hablas de música. Debes encontrar tu lenguaje, una chispa que es absolutamente personal. Y eso es justamente lo que es imposible de enseñar, porque sí, puedes pulirte, mejorar, avanzar, pero la escritora, la periodista, tiene que tener una opinión y, sobre todo, algo que quiere decir. 

Acto seguido, lanza una mirada que cala hondo…

Eso es exactamente lo que están haciendo ustedes, ¿cierto? se acaban de lanzar al mar, tienen una pulsión, un mensaje que compartir. Eso es el punk. Es mi formación cultural y hasta el día de hoy creo en ella, más que nunca. Todo el resto es el trabajo difícil, eso en lo que no necesariamente eres tan buena, por lo mismo creo que un aspecto fundamental en todo esto es buscar tu equipo. Tienes que pensar específicamente en las habilidades en las que no eres tan buena y buscar personas que sí lo sean. Si manejas esta energía junto a un buen equipo, pronto te darás cuenta de cómo las personas más establecidas en el negocio comenzarán a acercarse a ustedes, a buscarlas. Pero en ese punto ya tienes independencia, no vas a depender de ellas. Trabajas para ti y tu equipo. Porque el periodismo debe ser siempre independiente. Tienes que hacerlo más punk, ahí es donde se convierte en algo maravilloso.

Los tiempos han cambiado. Se están derrumbando constructos patriarcales que abren camino a un pequeño respiro. Falta camino por recorrer, sin duda, pero lo que ayer era la norma, hoy es repudiado. Las mujeres alzamos la voz, dijimos basta.

Verás, una de las cosas de las que hablo en mi libro, es que como mujer debes encajar en todas estas reglas de ejecutivos hombres que pienso, se reducen a aspectos de lo que ellos esperan de una mujer. Entonces claro, si encajabas en eso, podías tener una carrera, sobre todo si estabas tirándote a un productor, ya fuera con o sin consentimiento, bueno, ya sabes como era todo. Muy pocas mujeres podían sostener una carrera a largo plazo haciendo las cosas a su manera, mucho menos esperar llegar a una audiencia femenina. Esta fue una de las peleas que tuve desde el inicio, porque el discurso siempre era que “las mujeres no están interesadas en la música”, “las mujeres no compran música” y todo ese tipo de comentarios. Es por eso que sigo hablando de la importancia del punk como momento decisivo de cambio.

Las mujeres comenzaron a expresarse musicalmente por primera vez sin adecuarse a lo que estos tipos tan estrechos de mente pensaban que era sensual. Era tan fuerte esta imposición, que incluso Poly Styrene estuvo obsesionada con esto, ya que la encasillaron constantemente bajo este concepto de la chica “poco pretenciosa”. Hay una canción que me encanta que refleja muy bien esto que te hablo, “Unpretty” de TLC. Pero Poly era maravillosa, una mujer diferente que no encajaba en los cánones de belleza que se traducen en algo tan simple como la rubia flaca. 

Joni Mitchell es una genia, pero ¿por qué logró triunfar en el mundo de la música? bueno, además de ser una genia, era una rubia flaca. Y ojo, no estoy en contra de las rubias flacas, muchas de mis amigas lo son, pero el problema es que eso era lo único que ellos querían, era el estereotipo con el que tenías que conformarte. Y eso es lo que el punk comenzó a cambiar. 

Como puedes leer en “La venganza de las punks”, fuimos históricamente silenciadas hasta que las riot grrrls aparecieron, en lo que pareciera ser un salto sin intermedios. Al escribir el libro, me di cuenta que Tobi Veil jugó un rol especial en ese “entremedio”, por ejemplo al introducir a Kurt Cobain a bandas como a The Raincoats, abriendo así las mentes masculinas que venían con esta construcción patriarcal de la música. Y esto fue una ruptura, ¿sabes? porque desde los tiempos más remotos, el patriarcado sólo ha querido hacernos callar. Y bueno, así es como ha sido siempre, todas lo sabemos. 

¿Es el arte nuestra arma más poderosa? y no pienso en arma como herramienta de ataque, sino más bien de defensa. ¿Es el arte nuestro modo de sobrevivir?

Sí, el arte tiene un rol en tiempos de crisis, definitivamente. En Estados Unidos con el movimiento Occupy, que fue esta primera ola de jóvenes politizados en la historia más reciente, las personas comenzaron rápidamente a escribir artículos y posts preguntando ¿dónde está nuestra canción? Y efectivamente el movimiento no tenía ningún himno estilo “Dylan” y es ahí donde creo que artistas como Kendrick Lamar o Beyoncé tienen un rol importante en el despertar social. Beyoncé es una mujer y artista extraordinaria, que a pesar de no dar entrevistas, envía mensajes profundos a través de su arte. 

¿Cómo crees que afectará la pandemia a  los procesos creativos?

Creo que muchas personas descubrirán nuevas habilidades creativas, nos vamos a independizar creativamente. De uno u otro modo nos lanzaron a estar solas con nuestros propios recursos, pienso. Nos separaron de las personas que nos ayudan a encontrar y descubrir nuestra propia identidad, estamos perdiendo la unión, que le da sentido a la raza humana. Me preocupan mucho las nuevas generaciones, sus formas de socialización. Mira, como escritora, tuve que aprender a estar sola la mayoría del tiempo, lo que fue muy difícil ya que soy una mujer muy sociable, no sé cómo evolucionará la sociabilización en el futuro, quizás ya no se pueda estar en grandes multitudes, no por la pandemia, sino por los cambios en nuestras maneras de compartir.

¿Cómo te sientes respecto al futuro? ¿eres más optimista o pesimista?

Como que me muevo entre las dos, supongo como todos. Pero cuando me voy hacia un estado más pesimista, me obligo a darme una palmada en la cabeza. No recuerdo en detalle los años sesenta, pero sí recuerdo la vibra. Había un sentimiento de expansión que no está presente en estos tiempos. Es tan fácil volverse cínico y amargado y sentir que te fuiste a la mierda, pero sencillamente no me permito esa sensación porque creo que de ese modo, entonces sí me fui a la mierda. No soy una pitonisa, no puedo ver el futuro puedo reflexionar, preocuparme,  asustarme, puedo soñar, pero por mi salud mental, la opción siempre es mantenerme positiva. 

¿Qué música te ha estado acompañando en el encierro?

He escuchado mucho a Bob Marley porque tuve que escribir unos artículos para el Guardian, hacer esta especie de guía para escucharlo. ¿Sabías que, durante la pandemia, Marley ha sido descargado 27 veces más que lo normal? es el poder curativo de su música, la prueba del genio que era. Pero por cuenta propia, lo que más he estado escuchando es Astrud Gilberto y John Coltrane, no sé, creo que he estado escuchando a los clásicos. Volviendo a mis inicios. 

¿Y cuando escribes, escuchas música o prefieres el silencio? 

Al principio solía escuchar música sin parar. En esos días, en los inicios de la era punk, había una combinación entre marihuana y speed. Escribí mi primer libro de Bob Marley así, en esos tiempos no había drogas duras como heroína o cocaína, y en ese entonces, solía escuchar música constantemente y escribía al ritmo de la música, pero ya no puedo hacer eso. Creo que lo que más estoy haciendo ahora es poner la tele de fondo, viendo series británicas. Nada muy serio, pero es que la tele me genera un ruido ambiente que me resulta acogedor, me saca de la soledad y el silencio sin tener que engancharme en algo. 

Un comentario en “Vivien Goldman: “desde los tiempos más remotos, el patriarcado sólo ha querido hacernos callar ”

  1. Hola, mi felicitación a la entrevistada, porque sus opiniones educan al personal; toda la historia de la humanidad ha sido igual: machista; yo solo conozco dos excepciones; una es la cultura etrusca, en la que parece que la mujer desempeñaba un rol igualmente importante que el hombre. Y la otra es la de las islas Trobian.
    El resto, como digo, sigue con su tara machista, muy difícil de borrar. Gracias, un saludo,
    Ramon Montanyà i Maluquer

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