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Resonancias del fin: Valesuchi

Foto por Marcelo Mudou

Crear y no repetir, sino crear constantemente. Hablar con Valesuchi es entrar en la acción, en las formas que el hacer nos cuenta de lo íntimo y también del espacio que habita esa intimidad. La biografía y la narrativa creativa, su diálogo con las ideas que acaban y esas otras que parecen próximas a llegar.

Por Sebastián Herrera.

I

El 18 de noviembre del 2019, justo un mes después del Estallido Social, el colectivo feminista Las Tesis realizó una performance que dio la vuelta al mundo. Los homenajes y adaptaciones cruzaron fronteras y disciplinas, consiguiendo que se oyera en mapudungun, portugués, griego, euskera, catalán, gallego, asturiano, alemán, hindi, francés, inglés, turco, árabe, y quechua.  La trascendencia del movimiento feminista fue fundamental para entender los nuevos tiempos. El despertar social vio en las mujeres el germen del cambio y el quiebre con los neoliberales modos de producción de subjetividades y despolitización del consumo. La lucha, con mayor acento en Chile desde el 18 de octubre de 2019, se enfocó, precisamente, en descolonizar y resensibilizar el campo social y crítico, a través de estos nuevos, aunque viejos e invisibilizados, actores sociales. 

II

El 12 de febrero del 2017, la productora y Dj chilena, radicada en Brasil, Valesuchi, lanzó el single, “Nasty Woman”, a través del sello alemán co-fundado por el productor, Matías Aguayo, Cómeme

En la descripción de la pista se podía leer el siguiente texto: 

Como reacción al reciente desarrollo político, vemos una urgencia en compartir este track contigo y con el mundo”.

El trabajo, de diez minutos de duración, es una real declaración de principios en clave house, con frecuencias que despliegan potencia, intensidad y pulsos que rememoran la tensa y vertiginosa atmosfera del “Women’s March” del 21 de enero de 2017, que se realizó en Washington, DC. Instancia donde la actriz norteamericana, Ashley Judd, no recitó, ni declamó, sino que declaró los principios y exigencias de más de quinientas mil mujeres congregadas en un acto performativo representativo de la sensación de indignación que existió en todo el mundo. 

Valesuchi: “Siempre me relacioné con la música y con la creatividad con el corazón súper bien puesto. Siempre he intentado desarrollar una alarma muy grande para la self bulshit. Intento proteger la música, cuidarla de todo lo anexo o accesorio, porque es muy difícil lidiar diariamente con la industria. Incluso desde antes de que los movimientos sociales y la pandemia generan estas impresiones tan nítidas y fuertes, es complicado convivir a lo que es anexo cuando terminamos de ver lo malvado y torcido que es el mundo en el que vivimos”.

El track dialoga y potencia los versos leídos por Judd y creados por Nina Donovan, una chica de 19 años, asentada en Tenesse, que dio vida al poema “I am a Nasty Woman” en una respuesta a las palabras de Donald Trump, quien llamó “mujer desagradable” a Hilary Clinton, en medio del tercer debate presidencial que vivía Estados Unidos. La intensidad inmanente y propia del texto fue capturado y sampleado por Valesuchi, introduciendo in crescendos que parecen contener una urgencia que jamás termina por explotar. El ambiente, contexto y elocuencia política del track se reflejó también en la decisión de publicarlo gratuitamente. El gesto sirvió de plataforma natural para que se viralizara por varios rincones del mundo, dado al impacto de la acción, que fue una suerte de antesala a lo que el mundo se enfrentaría casi dos años más tarde en el patio trasero de Estados Unidos: Chile.

Valesuchi: “La gravedad de la situación que vi en Chile, solo confirma el grado de represión en el que hemos vivido durante treinta años. Tengo esperanza de que todo esto va a cambiar, se van a resignificar las cosas, se dará más urgencia a nuestra relación sagrada con lo realmente importante. Necesitamos volver a hacer presencia. Cuando la normalidad llegue, debemos estar con el más alto sentido de atención, para que no nos desenchufen de quiénes somos, qué queremos y qué necesitamos”

III

El 22 de enero de 2019, a pocas semanas de que la versión de Ámsterdam, del festival Dekmantel se llevara a cabo, Valesuchi colgó un determinante mensaje en sus redes sociales:

No quieren que sintamos que son unos racistas colonizadores? (sic)”.

El festival holandés es uno de los favoritos de la industria. Su estatus fue granjeado, en gran medida, por crear un encuentro ecléctico, con una aparente y equilibrada combinación de diferentes perspectivas y propuestas artísticas. Sin embargo, para la fecha del anuncio y hasta la publicación en Instagram, el festival tenía 114 actos, sin ningún artista latinoamericano en el cartel, a excepción del venezolano Bear Bones, Lay Low, quien vive hace una más de una década en Bélgica. Esto puso en discusión el tema del racismo y el eurocentrismo en la escena electrónica mundial, sobre todo, considerando las aspiraciones de una nueva fecha en Brasil, para septiembre del mismo año. 

IV

“Dar algún tipo de justicia sónica y estética en un momento en el que estas vidas y sus expresiones todavía parezcan menos importantes que otras para este sistema injusto que nos gobierna a todos”.

Declaración de la plataforma Resident Advisor, sobre el mixtape que realizó en mayo de este año y en el que solo incluyó artistas latinoamericanos. 

El 11 de mayo de este año, el influyente sitio Resident Advisor hizo una larga entrevista a Valesuchi. La conversación acompañó un mixtape, que no solo compiló sonidos y texturas electrónicas sucias, de techno duro, sino que proyectó cierta energía y vibra especial, muy en sintonía con las búsquedas actuales.

“Si bien esta invitación también la han tenido gente increíble, que admiro y respeto mucho, es una enorme responsabilidad para mí. Sin importar lo que signifique en esta industria la aprobación de Resident Advisor, a mí, al menos, como medio y voz de la electrónica en el mundo, no me representa. Sí, los respeto, porque están dando la cara por muchas cosas que ocurren hoy. Sin embargo, no dependo de su aprobación. Con esa contradicción hice el mixtape. Pero lo resolví de forma simple: dije 1, 2, 3 por mí y por todos mis compañeros. Fui fiel a la música que amo y esa está hecha por personas que admiro y que vienen de mi patio: artistas negros y latinos. Era necesario presentarlos y además dar un aviso al medio: no se han preocupado de los artistas latinos. Estéticamente me parece mucho más interesante lo que está pasando acá, que en Europa. Entonces, para mí era un statement que el mixtape, seudo más importante del mundo de la electrónica internacional, fuera hecho solo con gente latina y negra. No podría haberlo hecho de otra forma”.

V

Con el estallido social diversos actores comenzaron a manifestar su apoyo al movimiento. En ese tiempo Valesuchi llevó adelante el compilado “Despertar: Chile. El álbum vino acompañado de un texto de Ezequiel Fanego, el co-fundador de la editorial argentina Caja Negra y parte del colectivo electrónica Family Affair:

La amistad, los lazos comunitarios, la rebeldía, la autonomía de los cuerpos y la demanda igualitaria que se expresan en estos días en sus calles constituyen para la derecha neoliberal una imagen imposible de tolerar, porque permite entrever que otra vida distinta es posible.

Parte del texto de presentación del álbum

Fueron 51 tracks los que se recopilaron, en una muestra contundente y arrolladora de cómo la música electrónica en Chile tradujo el malestar general del ambiente. Ritmos sincopados y síntesis electrónicas experimentales de techno y house, fueron los mínimos comunes denominadores del trabajo. El compilado permitió, además, recaudar recursos para instituciones de defensa de los Derechos Humanos. 

Valesuchi: “Estamos en una transición horrible y dolorosa, donde está muriendo mucha gente. Aparentemente la vida nos quiere remecer para que nos demos cuenta que, para la noción imperialista, nuestras vidas como latinos son más baratas y prescindibles; para el sistema, un chileno vale menos que un gringo o un europeo, entonces es necesario despertar. La vuelta al silencio y la creación tiene que venir desde un reordenamiento. La casa se está reordenando y, cuando eso ocurre, hay cosas que se caen, otras que ya no existirán, o que ya no tendrán la misma validez. Se está reordenando en cada caja lo que tiene que ir en su lugar. Es un ejercicio muy sutil, que no sé si soy lo suficientemente elocuente para comunicarlo”. 

VI

Fanego, en una conversación con Simon Reynolds, para la sección Palabras Cruzadas, recordó las últimas palabras de George Floyd antes de morir: “I can’t breathe” El énfasis vino dado por dos puntos que no dejan de ser significativos: primero, que la frase alude a la falta de aire, principal síntoma de la primera pandemia de este siglo y, en segundo lugar, a una cuestión más bien metafórica, relacionada a la respiración, el rimo vital, el pulso que da cuenta de la vida y que invita a preguntarnos qué mundo queremos respirar y a qué ritmos queremos vivir. 

Valesuchi: “Los humanos estamos diseñados para acostumbrarnos y aburrirnos de todo, es como un virus mental que tenemos, estamos hechos para que lo nuevo se vuelva viejo rápidamente. Y eso es un poco injusto, porque hace desaparecer las cosas, hace desaparecer al otro. Porque si no refresca, no sorprende, o no es nuevo, entonces, no existe. Se necesita tiempo para que la música electrónica prevalezca, debe tener una experiencia en el cuerpo, en el sonido de la caja, del bajo, o del kick, porque eso es lo más poderoso y animal de la fiesta y el techno, es la experiencia física del sonido, es bailar y activar el cuerpo. Ojalá en el futuro, estemos menos en la cabeza y más en ese lugar. El encuentro, el rito, las personas, el arte, la música, o la radicalidad de la noche, estas son las instancias que debemos reivindicar, estas que, en estricto rigor, “no sirve para nada” dentro de la línea de producción del mundo, pero que son solo magia. A través de la oscuridad y la música fuerte, podemos encontrar esa vulnerabilidad que permite que las personas se llevan a sí mismas, a un espacio y rito común, que solo acontece cuando se trae algo de uno a ese instante”. 

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