
Tras seis años de silencio la hija prodigio del bossa nova está de regreso con “Agora”, su sexto disco de estudio. Después de un luto extenso por la muerte de su madre, la cantante Miúcha y Joao Gilberto, su padre; hoy renace a través de la música y mira hacia el futuro. Aquí habla de su entrañable amistad con David Byrne y destroza a Jair Bolsonaro, “no estoy muy optimista porque veo que la situación en Brasil es gravísima”.
Por Bárbara Alcántara
“Pasa al bar, estaremos cantando con la amiga que te comenté, tienes que escucharla”, le dijo Violeta Parra a Joao Gilberto cuando la compositora chilena vivía en París en la década de los sesentas. Esa misma noche Gilberto se dejó caer en un boliche ubicado cerca del célebre Moulin Rouge para escuchar en directo a su amiga Violeta y de paso, oír la voz de Miúcha, la mujer que llevaba el bossa nova a los bares de los suburbios parisinos. El llamado padre del género mencionado, no se imaginaba que estaba a horas de conocer a la mujer con quién se casaría por segunda vez. Joao se encandiló por esa sonrisa luminosa y la sensibilidad vocal con que aquella artista interpretaba “Chica de Ipanema”. “En la voz de ella la canción viaja por la ciudad de las luces”, aseguró él, culpable de la popularización del clásico compuesto por Vinícius de Moraes y Tom Jobim.
Un año después Gilberto y Heloísa María Buarque de Hollanda, se casarían y gracias a esa unión nacería Bebel Gilberto Buarque (54), pionera en matizar el célebre ritmo carioca con la electrónica en “Tanto Tempo” (1996). “Me encanta, es un disco que es atemporal, pareciera que lo grabé ayer, me trae tantas emociones, canciones que canté mucho. Para mí es un placer oírlo”, reconoce al teléfono desde su hogar en Rio de Janeiro acompañada por Ella, su perrita recién adoptada.
Aquel debut presentó versiones clásicas de artistas como Gilberto Gil y Chico Buarque, arregladas con capas electrónicas que acentuaban su cadencia, pero sin perjudicar el alma de ellas. Claro, el alma es cosa de familia. Bebel también es sobrina de Chico Buarque, por lo que es muy probable que más de alguna vez esas melodías la arrullaron antes de dormir en la ciudad en que nació: Nueva York. Allí vivió la mayor parte de su vida, razón por la que antes de publicar su primer disco hizo colaboraciones con Thievery Corporation y fue parte del coro de David Byrne.
“Trabajé con David poco tiempo, pero somos muy buenos amigos, es también un gran entusiasta por la música brasileña, es alguien que siempre está ahí, generoso y talentosísimo”, dice sobre el ex líder de Talking Heads quien publicó el disco “Live at the Carnegie Hall” (2012), con Caetano Veloso por lo demás. “Es un buen ejemplo de un caballero, sin mencionar que es un bombón”, reconoce entre risas, después continúa deslenguada y honesta, “a medida que envejece mejor se pone, dan ganas de saltar sobre él. Y eso que a mí no me gustan los hombres mayores, de hecho, nunca he salido con un hombre mayor, pero David, me caso con él mañana y eso que ya está por los setentas y es tan buenmozo, con ese cabello, el sentido del humor, su vibra, realmente lo amo”.
Justamente fue el escocés quien escuchó por primera vez “Agora”, el reciente disco que su amiga compuso durante estos meses de encierro junto al productor Thomas Bartlett, responsable de afinar trabajos de Norah Jones, Florence + The Machine, St. Vincent y Sufjan Stevens, entre otros y que marca un regreso a sus inicios por las similitudes de los arreglos. Fueron seis años de silencio desde “Tudo” (2014) y durante ese tiempo la artista perdió a su madre el 2018 por un problema cardiorrespiratorio y a su padre el 2019 por causas que no se revelaron. “No quiero ahondar en ese tema, no es algo fácil”, reconoce mientras ofrece disculpas, como si mantener su privacidad fuera un desaire para quien escribe.
Hablemos de “Agora” entonces, suena muy parecido a “Tanto Tempo”. Sí, es una especie de homenaje a mi primer disco. Un disco lleno de amor y emociones; empecé el proceso y no sabíamos que terminaríamos escribiendo un álbum. Thomas y yo hemos estado trabajando juntos por muchos años, no teníamos presión por lo que eso le dio una perspectiva completamente distinta al disco, fluyó, a pesar de que estamos atravesando por este periodo tan difícil. Me mudé a mi país nuevamente y he pasado penas familiares; así y todo, logramos dar vida a un disco muy bonito por lo que fue terapéutico poder mirar hacia adelante a través de la música.
Dices un período difícil ¿cómo ves las cosas en tu país, el manejo que ha tenido Jair Bolsonaro durante la pandemia? Aquí las cosas no están nada bien, es una situación delicada especialmente por la actitud del presidente que está como loco, estamos viviendo un retroceso, es muy triste. Creo que Bolsonaro es irresponsable, si eres presidente lo lógico es que quieras proteger a tu gente y no quisieras que te odien. Puede que aún lo apoyen, pero debe ser un 20% a lo más. Yo ahora estoy de regreso para quedarme en Brasil, tengo una gran vida, amigos, familia, la gente que quiero. Es muy injusto todo lo que pasa con el coronavirus y la verdad es que no estoy muy optimista porque veo que la situación en Brasil es gravísima.
¿Y cómo ves el futuro de la industria de la música? En ese sentido hay dos cosas, lo bueno y lo malo. Lo bueno es que la gente está consumiendo más música dado que tienen más tiempo y eso es un gol para nosotros, que la gente esté poniendo más atención a lo que hacemos, al cine y a las artes en general. Eso nos hace tomar algunas ventajas porque es muy prometedor y motivante ya que, en mi caso, creo que hice un muy buen álbum y decidí publicarlo ahora, de este modo comunico a través de la música, aunque no pueda tocarla en vivo que es lo malo.
Si no puedes presentarlo en directo ¿cuáles son tus expectativas con este álbum? Espero que la gente abra una botella de vino, baile y haga el amor.