
En esta nueva edición de Grieta Mag, dedicada al futuro, hablamos con una leyenda, una rara avis, un personaje enigmático e hilarante, un artista, un loco y uno de los músicos más productivos en la actualidad: centenares de discos, videos en VHS y cassettes, hablan de un genio y padre de la cultura Lo-Fi.
Por Sebastián Herrera.
“Así es, soy una leyenda”. Esa fue su primera respuesta. Después de intentar coordinar una entrevista con él, a los pocos minutos, envió esa frase. No fue una broma. En R. Stevie Moore (1952) hay más de realidad que de mito. Varias o, más bien, miles de horas grabadas en su homestudio dan fe de la aseveración. Sin ir más lejos, hace solo un año se estrenó un documental que da cuenta de esto. “Cool Daddio” es el nombre del largometraje, dirigido por Monika Baran e Imogen Putler, en el que se registra parte de su vida y de su legado. En él dan testimonio músicos que van desde Mac DeMarco, Ariel Pink o Mike Watt, dando pistas de quién es uno de los mayores genios de nuestra época.
Los Rolling Stones dijeron que “Glad Music” fue el mejor disco grabado de forma independiente. Del álbum, editado en 1986, se desprende uno de los singles que mejor describen a Moore, lentes de sol y bata, mientras canta frente a su videocámara que no saldrá de casa. Algo de eso podemos encontrar en “I like 2 stay home”, canción que tiene versos que simplemente hablan de vocación al confinamiento creativo:
Hijo de Bob Moore, músico de sesión que acompañó a Roy Orbison y Elvis Presley, y con más de 400 discos grabados, todos -o al menos casi todos- producidos en el sótano de su casa, hacen de R. Stevie Moore, si no una voz autorizada, al menos una bastante particular dentro de una escena musical cada vez más estandarizada.
No me importa ir a ninguna parte
No pienso aparecer en ninguna parte
Tengo suficiente que hacer aquí.
Desde los 17 años, su pieza se transformó en una especie de laboratorio. En ella consiguió componer dos canciones diariamente, las cuales publicó por su propio sello y bajo sus propias reglas. Si existe alguien que puede hablar sobre el concepto “hazlo tú mismo” es Moore. Hace más de 50 años que las cosas las lleva a cabo bajo su autónoma y autoproclamada independencia, donde la premisa siempre fue, ha sido y será ahorrar en recursos y derrochar en creatividad. No por nada Ariel Pink se transformó, primero, en su fan más acérrimo; luego, en su protegido; hoy, en un colaborador recurrente y ambos, en una dupla cómplice e inseparable. Esto quedó demostrado en el álbum “Ku Klux Glam” (2013), que editaron juntos. El resultado fueron 61 tracks que viajan por diferentes atmósferas, que pueden ir desde el pop de los setentas a reversiones de canciones, diálogos, pistas instrumentales, ruidos y más.
Hace un par de años se estrenó “Phonografy”, otro documental sobre su vida. Dirigido por Jon Demiglio, la cinta, estrenada el 2013, registra algo así como un segundo aire que tiene el músico, luego de decidir salir de gira, tras 15 años encerrado en su propia casa. Ahí creo su propio sello discográfico y un club social donde las relaciones funcionaban por correo. Si existe alguien que sabe de cuarentenas prolongadas, ese es R. Stevie Moore.
Parece inexplicable para nosotros para para esta leyenda es simple: “rápido y directo”, así de escueto resume el por qué grabar todo él mismo. Sus respuestas son también así de fugaces, concretas e hilarantes. Un genio que, a los 68 años, hace parecer la frase “vive rápido, muere joven” un muy mal chiste.
Algo que me encantaría saber es, después de 400 discos, ¿de dónde sacas inspiración para seguir produciendo?
Bueno, primero que todo, ya me he retirado de mi larga carrera, he dejado de componer y grabar música, tanto pop, como hard rock. Ahora todo lo que hago es vanguardista y experimental, cortar y pegar, yuxtaposiciones aleatorias de incongruencias, capas de pintura sonora. Entonces yo diría que actualmente lo principal que me inspira son los “accidentes felices”. Escribo ideas constantemente, el texto simple y básico de todos los días puede volverse profundo si se saca de contexto. Ideando poesía extraña, línea por línea. Y todo parece encajar automáticamente. Es emocionante, encuentro nueva inspiración en mi vejez. Muy poco esfuerzo con enormes resultados. Soy la Radio Voice of Nowhere.
Eres uno de los pioneros en la producción casera, hoy, cuando parece absolutamente normal hacer las cosas de esa manera, ¿qué crees que le falta a esta generación?
Sé muy poco sobre lo que hace que cada nueva generación joven funcione en estos días. Rara vez me impresiona el nuevo modelo de la semana, a menos que sienta el sentido de la aventura, la experimentación, las melodías, los acordes y los arreglos que dan fuertes giros a la izquierda. ¡Necesito diversidad en mi infoentretenimiento! Ya no pienso en el aspecto de “casa” ¡Y aquí estamos aislados en cuarentena global!
En una entrevista, te describiste como la encarnación de la verdadera y violenta independencia. ¿Qué opinión tienes de las nuevas sus luchas, búsquedas y formas de acercarse al arte, la música y la independencia?
Es difícil para mí identificarme con lo que los niños están pensando, o que los moviliza a esforzarse por conseguir sus objetivos, incluso con lo que ven o escuchan en mi propio trabajo. No creo que el estándar de excelencia exista con la generación más joven. Supongo que dijeron lo mismo de mí cuando era igual de joven.
La pandemia y los diferentes estallidos sociales alrededor del mundo han modificado las formas de producir y pensar la cultura. ¿Crees que estamos viviendo al final de algo? ¿qué crees que cambiará y cómo crees que se verá afectada la música en el futuro?
Guau. “El final está cerca”. Bromeo sobre eso todo el tiempo. ¡Ya no tengo miedo, adiós para siempre! Jaja. No tengo ni idea. Las redes sociales se han vuelto terribles, pero su atractivo me atrapa todos los malditos días. ¡Apaga las noticias de la TV! ¡no quiero saber más! Las tendencias son adictivas, pero todas son falsas, buscan ganancias y nos estresan. Es bastante obvio a estas alturas, a medida que nos acercamos al final de este año, que hemos visto más confusión en 2020 que en los últimos 20 o 30 años combinados.
¿Qué es lo que te da la música que te hace seguir adelante y crear más?
Ímpetu. No hay más palabras para responder a eso. No es tan complicado, sólo he seguido a mi musa y vivo el momento sin planes.
Me encanta que concibas tus discos como un “diario de sonido”, creo que es una forma muy elocuente de describir tu trabajo. Si pudiéramos leer esas páginas sonoras, ¿qué dirían? ¿de qué están hablando? ¿qué esconden? ¿qué gritan desesperadamente y que crees que no hemos podido entender?
Es simple, reproduce el audio de la grabación y ellos dirán lo que sea que tú quieras interpretar. Demasiado énfasis puesto en sobre-analizar cada nota, acorde, letra, arreglo, intención. ¿Por qué, por qué, por qué? ¿y por qué no?
¿Cómo ser leyenda y no vivir de glorias pasadas?
No puedo competir. La juventud se desperdicia con los jóvenes (¿cómo pueden los niños de hoy ser considerados leyendas ahora?); las glorias pasadas son una nutrición y refuerzo de energía para mi edad ¡Pregunta capciosa!
¿Qué imaginas en el futuro?
Mi tumba no tendrá ningún epitafio. Sólo una lista de compras para la próxima semana, escrita en sánscrito.
¿Qué canción te hace pensar en el futuro?
Pérdida de memoria alarmante, pero creo que aún no está escrita. No creo estar realmente certificado como “riesgo suicida”, pero muy a menudo mi calidad de vida es tan mala como la muerte.