JAVIERA TAPIA / AMIGAS DE LO AJENO

Sebastián Herrera

“Cuántas veces sentimos que no teníamos derecho a opinar. Que ese no era nuestro lugar del todo”, reflexiona Javiera Tapia, fundadora de la web Es mi Fiesta y directora de POTQ Magazine, casi al final del libro Amigas de lo ajeno, crónica que recopila una serie de conversaciones con mujeres que hoy ocupan un lugar destacado en la industria de la música. La publicación no solo da cuenta del desarrollo artístico de músicas nacionales, también es una sutil y entretenida autobiografía donde el amor por los sonidos, el periodismo y el descubrimiento de los discursos feministas amplían la mirada del mundo. 

Un libro que se abre como un disco, con el romanticismo de poner play a un cassette desconociendo que habrá en su interior. Dentro hay relatos, biografía, archivos, música, historias, confesiones, ajustes de cuentas y, sobre todo, feminismo. Publicado por Editorial Planeta, la edición toma la música como medio, portavoz y cimiento de la biografía, miradas que hay entorno a nuestras aproximaciones e introducción a problemáticas de género y respuestas a cómo los sonidos pueden generar lazos tan hondos que una canción puede terminar describiendo pasajes exactos de nuestras vidas. Un relato simple, sin más pretensión que dar cuenta de un oficio, de compartir experiencias y reflexiones sobre la música y qué significa ser mujer hoy, después de una segunda ola feminista y un estallido social. 

“Primero mándame la canción para cacharla, para cachar qué es lo que estoy defendiendo. Para defenderla con garras hasta el final, porque creo que no hay nada más lindo que construir un público, antes que construir una red social”, confiesa Ana Tijoux, en este libro, que es una mezcla entre periodismo, ensayo y archivo de la cultura independiente, de zines e historias, de fracasos y triunfos, una playlist que guarda el cancionero de las luchas y reivindicaciones que las mujeres han enfrentado durante demasiados años. 

Un mapa del imaginario artístico y una cartografía para entender el proceso de visibilidad de un movimiento social que pide el reconocimiento de las capacidades de las mujeres y los derechos que históricamente han estado reservados para los hombres. “Puedes hacer que ocurran cosas tú misma solo actuando con confianza”, relata Katheen Hanna, en uno de los recuerdos de Javiera, que se mezclan con la biografía de Horregias, manuales para hacer una banda de rock, Riot Grrrl, femicidios, violaciones e “injusticia patriarcal”. En “Amigas de lo ajeno” entramos en la complicidad del género, a la introducción que la música puede hacer del feminismo y sus formas de expresión. 

“Era vocalista de Mystica, cantaba en bares haciendo covers y estaba con mi proyecto Mon Laferte”, cuenta en uno de los capítulos la autora de “Norma”, disco que obtuvo el galardón al “Mejor álbum de música alternativa”, en los Premios Grammy Latino, y que sirve para entender lo problemático de trasladar “hacia las mujeres la responsabilidad de tener éxito o ser respetadas, de Demostrar (…), sin reconocer en ningún momento que existen condiciones estructurales que permiten la discriminación”, reflexiona Javiera Tapia

Un recorrido por los altos y bajos del éxito, por el pedregoso camino de las músicas y las luchas y trabas sociales que deben enfrentar por el hecho de ser mujeres. Un instructivo para vencer el tedio, la abulia, apatía, discriminación y superficialidades. Una forma de entender que primero es el arte y luego la exposición. Antes el trabajo que el reconocimiento. Antes ser mujer que ser música. 

“Es como si varias generaciones hubiesen estado por décadas en una relación tóxica, donde el que decidía cómo vivir la vida era otro”, cierra Javiera Tapia en el epílogo, luego de exponer conversaciones que cruzan la biografía de cada invitada y la autobiografía de la autora, encontrando un relato que, en la complicidad, articula ideas, nuevas estéticas y formas de pensamiento. Ana Tijoux, Camila Moreno, Dadalú, Denise Rosenthal, Fakuta, Francisca Valenzuela, Horregias, Javiera Mena, Mariel Mariel, Mon Laferte, Princesa Alba, Niña Tormenta y Valentina Martínez, son quienes brindan sus testimonios, trabajos, discursos y activismos, para que a través de ellos entendamos cómo la música permite, no solo ser el soundtrack de nuestras vidas, sino un catalizador para “conseguir las herramientas para sobrellevar el pasado, pero también el futuro”.

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