
Como parte de la colaboración entre Grieta Mag y la Industria Musical Independiente Electrónica Chile (IME), comenzamos a discutir las posibilidades conceptuales de cada número. FASE son lives y entrevistas a distintos productores nacionales, que nos permiten descubrir, a partir de la música, el entendimiento que tienen de las ideas contenidas en nuestro sitio. Hoy es el “Estallido Social” y Lesboys los encargados de dialogar con este concepto.
Por Sebastián Herrera
La calle se llenó de sonidos. De pronto, el espacio público se convirtió en el escenario. La multitud comenzó a darle contundencia al malestar por 30 años acumulados. El despertar de los chilenos, también trajo un sonido aparejado, una frecuencia y resonancia que ha hecho vibrar el cuerpo agotado del país. A un año de una de las revueltas sociales más influyentes, es posible contemplar la cartografía del descontento; sonidos que se esparcieron por cada rincón y que transformaron todo lo que había a nuestro alrededor, como una caja de resonancia que posibilita revelar la historia contenida en ellos.
“Nuestras búsquedas dependen de cada ocasión y tiempo. Intentamos sacar el máximo de sensaciones en la gente, para que el espacio en el que interactúan se pueda sentir lo que estamos transmitiendo”, abre la conversación Matías Fxtxrx, integrante, junto a Joni-G, de Lesboys, conjunto electrónico provenientes del surponiente de la capital, formados el 2018 y con un trabajo que busca interpretar la música a través de improvisaciones de ritmos y armonías, que encuentran en el origen y las culturas indígenas, el corazón que provee de consonancias su sonido, a través de máquinas, sintetizadores virtuales, análogos y vocales, consiguen crear una estética post-techno, con tintes e influencia noise, industrial, idm y ambient. En esos parajes han dado discurso al beat, a la pista, a la noche y a una nueva posibilidad de entender el baile, como un espacio de protesta, conmemoración y rito.
Con el “estallido”, los actores culturales comenzaron a utilizar sus disciplinas como medio para traducir el malestar general. La represión –mutilados, muertos, heridos, y siete meses de toque de queda mediante-, han teñido cada campo, donde la escena electrónica no fue la excepción: “la música electrónica, no solo es una pieza de arte construida a partir de sonidos, sino que es una expresión, un mensaje que nos permite traducir lo que nuestros padres, amigos y cercanos están sintiendo. En el ejercicio musical, los últimos sucesos vividos en Chile, cambiaron nuestra forma de tocar, nos transportó a una esfera más íntima y hacia un tono más reflexivo”, explica Joni-G.
Lesboys es un conjunto underground, que ha hecho escena desde del mundo raver, pero que conecta su discurso sonoro con otras comunidades, como la audiovisual y avant-garde, que representan, en gran medida, su actual trabajo: “La música siempre ha sido una enorme herramienta que contribuye a la evolución de los procesos. El mensaje o el objetivo varía dependiendo del tiempo y de lo que esté pasando en el mundo. Sin embargo, siempre hemos creído que la música y su registro es una especie de archivo y documento, desde donde se puede entregar información y sentido a las futuras generaciones”, interviene Fxtxrx. “Desde que comenzamos, siempre tuvimos la idea de incorporar sonidos de los nativos del territorio, pueblos originarios, no solo chilenos, sino también de Latinoamérica en general. Nos llamó mucho la atención el respeto por la naturaleza de estos grupos y cómo la noción de divinidad estaba en la naturaleza; por eso hemos ido investigando y descubriendo más sobre esto, para que prevalezcan estas ideas en nuestro sonido”, agrega Joni-G.
Desde los márgenes, bordes y centros de la industria, a través de beats, cajas de ritmo y sintetizadores, han creado nuevas formas de dar cadencia a los nuevos tiempos. La historia entregó una nueva textura a las sonoridades que cubren la atmósfera: “esto se pueden interpretar de diferentes maneras: desde las imágenes, los sonidos y también desde los espacios. Todo comenzó en el metro, con algo subterráneo; después en el cielo, con las imágenes de los cientos de láser confluyendo; el humo, los colores más fríos, los sonidos de drones, los gritos de los distintos grupos de gente, los sonidos industriales y glitches. Esos sonidos de destrucción y de ira nos transportan a un túnel oscuro, pero con una luz de esperanza al final”, continúa Fxtxrx.
A poco tiempo del triunfo de un casi 80% que despertó en las urnas, comenzamos el tiempo de análisis, de preguntarnos cómo los últimos sucesos han influido en nuestra cotidianidad, en la intimidad, en los procesos discursivos, artísticos e ideológicos: “siempre hemos estado a favor de la libre expresión, del libre amor, y la libertad de la gente en general. La música que hacemos representa eso. Todo lo que ha ocurrido, desde el 18 de octubre del 2019, nos demuestra que la gente está tratando de decir que, quienes tienen y concentran el poder, no quieren, ni permitirán que seamos libres, que podamos contribuir o aportar para crear un mundo en el que todos seamos considerados iguales, sin distinciones, ni de género, raza, ni de ningún tipo. Creo que eso es lo que se ha reafirmado en nuestro discurso. Antes, nuestra búsqueda tenía que ver con la oscuridad, la noche y la bohemia y hoy estamos en otro lugar, buscamos la luz y paz, intentando llamar a la tranquilidad, refugiar y contener a la gente, dando apoyo y esperanza, a través de los que podemos hacer, que es esto: la música”, reflexiona Joni-G.
La política se encuentra en los espacios invisibles y mínimos, en los cruces posibles que generan las nuevas formas de vida que vienen a irrumpir los viejos modos. En la electrónica podría ser la innovación tecnológica concebida, no como máquina totalizadora, sino como puente y vitrina de los nuevos imaginarios posibles: “Somos una comunidad fuerte que, a diferencia de otros países, nunca hemos contado con recursos. “Somos resilientes, hijos del rigor, por lo que el momento actual no ha modificado mucho nuestra forma de vida”, explica Fxtxrx. “La mayoría de los grupos son autogestionados y han continuado trabajando a pesar de todo, hay calle, ya sabemos cómo funciona la escena y de alguna manera nos iremos adaptando”, cierra Joni-G.
Sobre el set:
Joni-G: “Este set a diferencias de otros, cuenta con instrumentos que no habíamos ocupado, máquinas que incorpora un drone, un sintetizador análogo semimodular, que tiene un sonido de máquina muy industrial, granoso, duro, pero a la vez de aire, flujo, que permite sentir algo similar a una atmósfera acuática. Creemos tiene gran versatilidad. Además, sumamos un discurso de Clotario Bless, con un mensaje a los jóvenes que era atingente a la situación y a estos días. Este set es bien cargado a la introspección, al ambient, al noise, es muy estridente, tiene mucho overdrive, matices de luz, oscuridad, rítmica, o sin ritmo, es algo bien dinámico. Lo hicimos en una sola toma, de principio a fin, en modo de jam e incorporamos después el discurso”.