
A partir del archivo sonoro del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, la invitación es a construir tracks que dialoguen políticamente con la historia del país.
Nicolás Jaar, ATOM TM y Matías Aguayo, Miguel Conejeros, Alisú y René Roco serán parte de los talleristas de la actividad.
Con la participación de Javiera Mena, Alisú, Miguel Conejeros, Paula Burgos, Valesucchi, y
representantes de sellos como Pueblo Nuevo y Ciudad Sonora, entre otros, se llevará a
cabo el lanzamiento de la quinta versión del concurso nacional de música electrónica Mala
Memoria. Los días jueves 8 y viernes 9 de abril, a través del facebook live del museo, de
Balmaceda Arte Joven y del sitio conectadosconlamemoria.cl, se transmitirán
conversatorios para conocer el trabajo de músicos y músicas electrónico/as con archivos
sonoros y su vinculación con los Derechos Humanos y la Memoria.
Rescatar el archivo sonoro del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (MMDDHH) será uno de los objetivos del concurso Mala Memoria V, que contará con conversatorios, talleres, actividades y el registro de las piezas seleccionadas, a partir de un trabajo mano a mano con los principales exponentes de la música electrónica, a nivel nacional y mundial.
Esta quinta versión, que es organizada por el MMDDHH, Balmaceda Arte Joven y curada por nuestra plataforma y revista, la iniciativa estará dirigida a jóvenes residentes en Chile de entre 18 y 30 años de edad, quienes tienen hasta el 30 de junio para postular sus demos a través del sitio web malamemoria.cl. Entre las composiciones que participen y en una primera deliberación, el jurado seleccionará 12 participantes, quienes tendrán el privilegio de participar en un taller de tres meses de duración, impartido por el músico y productor chileno-norteamericano, Nicolás Jaar, el productor alemán, Atom TM, el músico y productor chileno-alemán, Matías Aguayo, y los músicos y productores locales, Miguel Conejeros (F600), Alisú y René Roco; con el fin de mejorar su demo en materia de composición y producción musical, para dar forma a un disco recopilatorio con el material seleccionado.
La iniciativa tiene como objetivo rescatar la historia política, social y cultural que hay tras la música electrónica. Beats, cajas de ritmo y sintetizadores, servirán como registro y relato de un Chile que, en 30 años, ha resistido la dictadura, ha dado bienvenida a la democracia y ha exigido dignidad en las calles. Parte importante de la electrónica popular, o de club, tuvo sus inicios en los 90. El fin del régimen militar y el inicio de la transición, permitió el retorno de cientos de exiliados. Sus hijos, nacidos principalmente en Europa, trajeron un pedazo del cuerpo social, político y discursivo de Chile. No solo sintetizadores, drums machines y secuenciadores llegaron con estos jóvenes, sino también una nueva mirada con la que observar y entender el mundo. Músicos, productores y DJs, como Ricardo Villalobos, Dandy Jack (Martín Schopf), Chica Paula (Paula Schopf), Cristián Vogel, o Matías Aguayo, fueron parte responsables de dar masividad y poner en el mapa a Chile en el contexto electrónico, del mismo modo que contribuyeron y fueron parte de una generación que despertó del apagón cultural de la dictadura.
Techno, House, o Minimal son parte de los estilos que caracterizan un género que es más dúctil y diverso: los sonidos secuenciados de F600 (Miguel Conejeros, fundador de Pinochet Boys y Parkinson); los sintetizadores, drum machines y samples, de Jorge González (Los Prisioneros, Gonzalo Martinez, Los Updates y Leonino); la versatilidad inclasificable de Uwe Shmidt (ATOM TM, Señor Coconut); los ritmos latinos de Matías Aguayo; las tornamesas y programación de productores pertenecientes a colectivos y bandas de hip hop como Panteras Negras, Frecuencia Rebelde, La Pozze Latina o Tiro de Gracia; o la experimentación y sutil sentido del ritmo de Nicolás Jaar, son la prueba fehaciente de que el género va más allá de la pista de baile y es capaz de crear una atmósfera llena de sonidos, timbres y colores diversos.
Una iniciativa que se consolida
El Concurso Nacional Mala Memoria nace en 2013 y cuenta con otras cuatro versiones que han impulsado el desarrollo de disciplinas artísticas como la ilustración y el formato audiovisual, teniendo un alto nivel de participación y cuyos resultados se han transformado en discos, exposiciones temporales y en publicaciones que han sido llevadas a encuentros, ferias y festivales.
En palabras de Francisco Estévez, director ejecutivo del Museo de la Memoria y los DD.HH., “este concurso busca que jóvenes utilicen sus talentos para continuar fortaleciendo la voluntad nacional para que nunca más se repitan hechos que afecten la dignidad del ser humano. También nos presenta el desafío de que los y las jóvenes puedan trabajar de forma directa con los archivos y la colección del Museo”.
Loreto Bravo, directora ejecutiva de Balmaceda Arte Joven, señala que “esperamos conocer a través de este certamen las reflexiones y las nuevas miradas de los jóvenes, a través de sus creaciones musicales inspiradas en historias y situaciones que nos marcaron profundamente como país. Es un ejercicio de memoria y de afirmación de la importancia del respeto por los derechos humanos, siempre”.
Para Laura Estévez, directora ejecutiva de Grieta, explica que esta versión “es la oportunidad de demostrar que, tras 30 años, la escena electrónica hoy tiene luz propia; colectivos independientes y una incipiente industria electrónica, permiten visibilizar a exponentes locales alrededor del mundo, quienes han comenzado a mostrar sus propias formas de ver y entender la música, las comunidades y sus discursos. Parte de la historia popular de Chile, no solo se escribió con el sonido de la nueva canción chilena, sino también a través de beats, raves y un Chile nocturno, clandestino y luminoso de ideas”.
La convocatoria:
El Concurso Nacional Mala Memoria V, buscará motivar a las nuevas generaciones a indagar, rescatar y reflexionar respecto de la memoria, la solidaridad y la importancia de los Derechos Humanos, a través de la creación de sonidos inspirados en el archivo sonoro del museo.
Los sonidos electrónicos serán protagonistas en esta versión. A través de música compuesta y producida, por herramientas digitales, software y/o hardware, se buscará encontrar trabajos que recuperen el archivo sonoro del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, con el fin de visibilizar y rescatar la cultura política de nuestro país.
Todos los géneros son invitados a participar. Todos pueden ser parte del concurso. No importa que no tengan experiencia, simplemente deben tener las suficientes ganas e interés de enviar una propuesta con instrumentos, tecnología, producción e interpretación a través de medios electrónicos. Cada participante deberá enviar una maqueta o track incorporando, tanto sus búsquedas creativas, como los archivos del museo, en formato wav, fac o mp3, en un máximo tres minutos de duración.
Las y los interesados deben postular con una breve descripción del proyecto, además de un demo original e inédito inspirado en algunos de los archivos sonoros que se encontrarán, desde el 8 de abril, a disposición de todos en la web del concurso www.malamemoria.cl, sitio donde, además, desde la misma fecha, podrán encontrar las bases y la ficha de postulación.
Serán 12 seleccionados que recibirán, gratuitamente y licencias profesionales de Ableton Live, con el fin de que puedan trabajar sus proyectos, asistir a talleres y clases magistrales, desarrollados; quienes trabajarán cada track hasta dar su forma final, que dará como resultado un CD que compilará el material. Además, se escogerán tres lugares que recibirán $500.000, $300.000 y $100.000 mil pesos en premios, además de licencias Arturia.
Actividades de Lanzamiento:
Una serie de diálogos que buscan profundizar sobre las relaciones entre la música electrónica, la política y memoria se desarrollarán a través de las Redes Sociales del Museo: https://www.facebook.com/MuseodelaMemoriaChile/
Revisa a continuación las actividades:

