
Sebastián Herrera
Addio’,de la artista y música belga, Dienne, es el nuevo trabajo que el sello, con base en Nueva York, Other People, presenta como parte de una serie de publicaciones que ahondan en la opacidad, en las búsquedas particulares, en los sonidos extraños y en el universo de lo imperceptible.
En 32 minutos la compositora, vocalista y multinstrumentista utiliza la música como espacio de sanación, una especie de hábitat que intentar traducir la opacidad de la distancia, lo que de lejos parece indescriptible y que el sonido intenta acercar; un lenguaje de cristales rotos esparcidos en el suelo, un cielo estrellado en el que deambula, a pies descalzo, la muerte.
Timbres, sonidos y procedencias se encuentran expelidas de instrumentos tradicionales: oboe, flauta, piano y voces conviven junto a universos digitales, sonidos procesados y formas actuales que se encuentran dentro de un espacio en duelo.
La distancia biográfica –Dianne no pudo despedirse de su abuela a punto de morir, debido a las políticas sanitarias del Covid-19- se traduce en movimientos que jamás terminan de concluir. Siempre a punto, la música nos deja en suspenso, los sonidos esperan, se deslizan tenues, intentan no corromper la marcha, dejan que la distancia resguarde la memoria y mantenga la imagen viva. Un trabajo que construye frágiles y prístinos ambientes a pesar de todo: a pesar de la vida, de la muerte, de lo que no se dijo y nunca más dirá.
En el imposible radica este álbum, en las palabras que demoraron en salir y que, distantes, ahora encuentran sus formas de escucha con quién ya no escucha, su lugar de reunión con quien ya no es posible reunirse; el espacio de encuentro y diálogo con quien se despide y calla.
Se habita la demora, el sonido se expande en esa dilación, no llega a acontecer, nunca lo hará, procura resguardar lo imposible. Un álbum que se acerca más a una obra, un teatro de la muerte o a una danza ritual; a la escena en que Orfeo escapa del inframundo, minutos antes de desistir del sonido, la imagen, la promesa. En Addio’ las voces emergen, iluminan la espesa neblina, mientras, a lo lejos, los cuerpos se encuentran y abrazan antes de desaparecer.
